jueves, 29 de abril de 2010

1ra Protesta Anonymous Argentina 14/03/2009. ¡EPIC WIN!

El 14 de Marzo de 2009 realizamos el primer raid contra la Secta Destructiva "Iglesia de Scientology". La gente del barrio se acercaba atraída por mi cartel que decía "¡Scientology, Secta Asesina, Fuera de Argentina!" y nos pedía información, que les suministramos gustosos.
Repartimos panfletos y volantes a la gente y los negocios del barrio. Fuimos entrevistados por los medios que cubrieron la protesta (América Noticias y el diario Crítica de la Argentina). Nos sacaron montones de fotos como si fuéramos sexys modelos (sexys somos, modelos no, pero nada es imposible en este país generoso, sino pregúntenle a Scientology). Nosotros también sacamos montones de fotos y filmamos.

Hasta que Gustavo Adolfo Libardi, presidente de la secta en Argentina y Latinoamérica, así como de su "Oficina de Asuntos Especiales" (en inglés OSA, Office of Special Affairs, la rama de investigación, espionaje y "trabajos sucios" de esta falsa "religión") nos increpó tratando de intimidarnos, de echarnos, sólo logrando hacer el ridículo, teniendo que responder preguntas a los medios, mintiendo descaradamente como todo buen Zombie Scientólogo está entrenado para hacer. Y dejando clara la falsedad de las promesas de Scientology, por su ineptitud para confrontar, sus temblorosas manos, y sus anteojos (Scientology dice que al alcanzar el nivel de "Clear" o "Claro", uno pasa a ser imperturbable, inmune a todo tipo de enfermedades, poseedor de memoria y visión perfecta. Se supone que para ser el presidente local de la secta Libardi tiene que ser bastante más que un Clear, probablemente algún nivel de OT -Operating Thetan o Thetan Operante, los ocho niveles secretos superiores de la secta, en los cuales uno, además de lo anteriormente dicho, pasa a adquirir superpoderes de todo tipo, si tiene 300.000 dólares y varias décadas de su vida para malgastar, así como el cerebro muy quemado como para creérselo; esto último ya sea por problemas orgánicos o como resultado de su permanencia en la secta-. Quizás tengas buena memoria Libardi, pero en todo lo demás dejaste bien claro tu fracaso, así como el de tu falsa ciencia y religión).

Como Libardi -pese a sus supuestos superpoderes- no pudo echarnos, sus esbirros llamaron a la policía diciendo ser "vecinos asustados". Cuando llegó el patrullero explicamos al policía conductor (el bueno de los dos) qué hacíamos ahí y por qué protestábamos. Le dimos un panfleto, que leyó mientras nos escuchaba interesado. Al cabo de un rato nos dijo "Muchachos, ustedes están bien. Mientras todo sea pacífico y no hagan lío pueden seguir. ¿No van a hacer lío ni nada?". "Noooo" contestamos todos como buenos chicos. Entonces el policía bueno nos explicó que habían acudido por llamados de "vecinos asustados", reímos y le explicamos que eran los Zombies Scilon mintiendo como acostumbran, que los vecinos verdaderos estaban realmente interesados en lo que pasaba y hasta se nos acercaban a hacernos preguntas.

Cuando parecía que todo volvía a la normalidad, el policía acompañante (que poco después dejaría claro que era el "malo" de la pareja policíaca) baja del auto ignorándonos deliberadamente para entrar junto con su compañero civilizado al petit hotel de varios pisos que sirve como "Iglesia" de la estafa llamada Scientology (que debe costar varios millones de dólares, dicho sea de paso).
Minutos después la pareja policial sale, dirigiéndose a nosotros, y el policía malo, con tono fastidiado y despectivo, nos tira un ultimátum: "Bueno muchachos, o se sacan las máscaras o se van". Nos negamos a ambas cosas y explicamos que las máscaras eran por seguridad. El policía malo dijo "¿Que seguridá ni seguridá?" (sí, "seguridá", sin "d" final). Intentamos hacerle entender que nosotros no éramos el problema, sino la secta. Que no iba a lograr nada bueno echándonos de ahí, que era la secta la que debería irse, no solo de ahí sino del país. Entonces, demostrando su gran necedad y desinterés por lo que le decíamos, el policía nos acusó de estar cortando la circulación de la gente, lo cual desmentimos ya que era evidente que no era así, y teníamos testigos para probarlo, además de no haber nadie quejándose de eso, a excepción de los Zombies Scilon.
Frustrado, el poli malo hizo un último intento "¿Saben qué pasa? Que ustedes así son muy feos, las máscaras les quedan mal". A lo cual, y a riesgo de que se pudriera todo (si bien midiendo la situación no lo creía, teniendo a todo el barrio mirándonos hasta desde los balcones, pudiendo salirnos de testigos, más las cámaras de los medios, los periodistas, etc), respondí enérgico e indignado "No hable de nuestras máscaras porque nosotros no hablamos de su cara".
Se escuchó un coro de "¡Uhhhh!" y alguna que otra risa. El policía malo me miró como si le hubiera dado una bofetada, con un odio intenso, y me preguntó, desafiante, tratando de intimidarme "¿Qué dijiste?". A lo cual respondí, igualmente enérgico, mirándolo a los ojos a través de mi máscara "Que nosotros podemos pensar que su cara es fea, pero somos respetuosos y no lo decimos, entonces usted no hable de nuestras máscaras".
Hubo unos segundos de tenso silencio, de sostenernos la mirada con mutuo desprecio, luego de los cuales el policía malo tuvo que deponer su actitud y retirarse vencido al comprender que pese a su poder estaba en desventaja.
Me miró unos segundos mas, con lo que creo que fue una silenciosa promesa de venganza, deseándola al menos, se dio vuelta vencido y rodeó el frente del patrullero para volver a su posición de acompañante. Entonces, con el pecho inflado de orgullo por la victoria, estiré mi brazo izquierdo y mi dedo índice señalando a la espalda del policía bueno, que caminaba hacia la puerta del conductor del patrullero, y casi grité "Usted, el policía bueno". El poli se detuvo y se dio vuelta mirándome como preguntando "¿yo?". Entonces le dije "A usted lo felicito porque es respetuoso. Su compañero debería aprender de usted". Y el policía bueno me miró buscando mis ojos detrás de mi máscara, y aunque sin decir nada, me sonrió con sincero agradecimiento.
El otro volvió a mirarme sobre el techo del auto, con un poco más de odio, ambos entraron, y se fueron... a estacionar unos metros más adelante, de la mano de enfrente.

(Gustavo Adolfo Libardi "enturbulado" cuando la policía en vez de llevarnos se fue enfrente a vigilar)

Continuamos nuestra actividad un rato más, y la fiesta fue llegando a su fin, exitosamente.
El grupo quería levantar campamento y yo quería seguir, pero todavía faltaba hacer la entrevista con Federico Kukso (el periodista de Crítica, que había sido el primero en llegar a la protesta junto con su fotógrafo), algunos todavía tenían que hablar para la tele, y tanto mis compañeros como yo teníamos ganas de sacarnos las máscaras después de haber soportado tanto tiempo ahogados ese sábado de 36 grados a la sombra.
Entonces el grupo se junta alejándose del edificio, y se queda a mi espera. Yo veo que Luciana Arias (la periodista de América Noticias) hablaba con Libardi off the record, por lo que vuelvo a acercarme a la entrada, curioso.
Me detengo junto a ellos y escucho con vergüenza ajena las mentiras patéticas que le dice Libardi sobre nosotros: que somos extremistas, que queremos destruirlos, que los amenazamos, bla bla bla. Patraña tras patraña. Y de repente noto que Libardi no es que junta sus manos bajo su panza para parecer buenito, sabio y calmo, sino para tratar de disimular que le tiemblan de lo lindo. No pude resistirme, acerqué un poco mi "cara" a la suya y le dije con placer adoptando mi tono Clint Eastwood: "Te tiemblan las manos Libardiii...". El pobre Gustavo Adolfo hizo una pausa en su sarta de mentiras, "enturbulado" (como dicen ellos en su jerga sectaria), y continuó tratando de disimular el golpe mientras la bella Mariana negaba levemente con su cabeza desaprobando casi maternalmente mi abuso psicológico hacia él, compadeciéndose del patético hombre canoso que se creía superior (claramente sin serlo), y yo sonreía, delante y detrás de mi máscara.

Como dicen los scientólogos en los videos testimoniales "Win, after win, after win". Estaba satisfecho, extasiado, no podía pedir más. Por lo que decidí volver con el grupo que me reclamaba agotado "dale Petete, vamonos", pidiendo la toalla. Y al rato nos fuimos a tomar algo y darle la entrevista a Kukso mientras los que faltaban ser entrevistados para la tele se turnaban para ir y volver.
Fue el festejo posterior a la fiesta. Todo fueron chistes, risas, y recordar innumerables anécdotas que habían pasado durante el raid. Una hora y pico después cada uno volvió a su casa, feliz por la misión exitosamente cumplida.

Espero que hayan disfrutado leyendo la crónica del primer escrache de Anonymous Argentina contra la Iglesia de Scientology, fue una linda aventura para nosotros.

Si quieren ser parte del próximo y quieren saber cuando es, les digo que serán bienvenidos siempre y cuando sean civilizados y actúen pacíficamente como nosotros (de lo contrario serán aislados y hasta denunciados, ya que no vamos a permitir que nadie arruine nuestro esfuerzo ni ensucie esta causa justa, o que nos infiltren... y si lo hacen, no van a durar mucho), y con respecto a la fecha... sólo puedo decir que se acerca, así que estén atentos a este blog y al resto de nuestros canales de comunicación en la red.

Somos Anonymous.
Somos Legión.
Nosotros no perdonamos.
Nosotros no olvidamos.
Espérennos.

martes, 27 de abril de 2010

La VERDAD "no graciosa" sobre Scientology (o cienciologia)

Detrás del disfraz de ciencia y religión de la SECTA conocida como Iglesia de Scientology, o Cienciología, detrás de las parodias, hay una verdad escalofriante. Violaciones a los derechos humanos, práctica ilegal de la medicina, tráfico humano, extorsión y persecución a críticos y ex-miembros, miles de muertes en todo el mundo donde tienen sus "Iglesias" y grupos fachada como Narconon, Jóvenes por los derechos humanos, Criminon, El camino a la felicidad.
Tanto Scientology como varios de los otros grupos mencionados se encuentran operando en Argentina, recibiendo subsidios del estado y sin pagar impuestos gracias a haber sido recononidos como religión por la Secretaría de Culto de la República Argentina, donde figuran con el número 4006.
Es necesario tomar conciencia, pasar la voz, y exigir a nuestros representantes que hagan algo al respecto.
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Mirror de sangokyu sobre el video original "The Un-funny TRUTH about Scientology" de YTMND por Smoothmedia.
Traducido por Caleb de Anonymous Argentina. La música es "Requiem for a Tower", remix de 'Requiem for a Dream' de Clint Mansell, banda sonora del trailer de El Señor de los Anillos. Las Dos Torres.